17 abril 2020

WSM y sus contrapartes al lado de los ancianos

Mis padres ya no salen de su casa, entonces me pidieron que haga sus compras semanales’, me cuenta Christine, mientras esperamos nuestro turno frente a la panadería. A 2 metros de distancia los unos de los otros, por supuesto. ‘Además, algunos amigos suyos de la misma edad no tienen a familia o conocidos en el barrio; hago las compras para ellos también’.

Eso es el tipo de solidaridad espontánea que se encuentra hoy en día en todos lados, y que resulta tan importante para las personas de edad, observa OKRA en su sitio Web. Como primera organización de ancianos en Flandria, sabe de qué habla.

En estos tiempos de COVID-19, más vale no ser mayor

Acciones de solidaridad como aquellas se ponen en marcha en muchos lugares del mundo. Según las organizaciones de ancianos con las cuales WSM trabaja desde hace años en Burundi (CBY), Congo (WAWE) y Ruanda (ARR), el precio de los productos alimenticios creció fuertemente. Y afecta aún más a las personas de edad, ya que tienen poco o ningún ingreso y a menudo no pueden desplazarse. Por lo tanto, estas organizaciones decidieron constituir paquetes de comida, y distribuirlos en las comunidades rurales donde están activas.

‘No es nada despreciable, porque las personas de edad son muy vulnerables’, explica Koen Detavernier de WSM. ‘Las estadísticas de la Organización mundial de la Salud son muy claras. Las personas de más de 60 años de edad constituyen el grupo en mayor situación de riesgo frente al COVID-19. Tienen a menudo enfermedades subyacentes y su inmunidad es menos sólida.’

Asimismo, las medidas de cuarentena les ponen más a menudo en una situación de aislamiento social. Los niños y nietos ya no pueden ir a visitarles. Todas las actividades, excursiones y viajes de las asociaciones de tercera edad se postergaron. Así que muchas personas de edad se quedan privadas de sus (únicos) contactos sociales.

Los ingresos de los ancianos también están en riesgo con la crisis actual. Mientras generalmente, ya son bastante irregulares y (demasiado) limitados. Sus familias, que ya encuentran dificultades para seguir financieramente, a veces no pueden ayudarles, y tampoco pueden trabajar para sostener a sus familias. En los países de ingresos bajos, sólo el 20% de las personas mayores tienen derecho a una pensión. Algunas reciben una pequeña prestación de ayuda social. Pero aquí también, la situación es aleatoria porque las oficinas de pago de las prestaciones a menudo están cerradas por razones de seguridad.

¿Cómo sostener a los ancianos? Lo que se espera de los políticos

Las personas de edad se encuentran más afectadas por esta crisis, de eso no cabe duda alguna. Los estados y las organizaciones internacionales pueden emprender actividades para asistirles mejor, pero por eso se necesita considerar a los ancianos en las políticas adoptadas hoy día. Así es, en esencia, lo que reclama Help Age International, una red internacional de organizaciones de mayores con la cual WSM y algunas contrapartes colaboran desde hace tiempo: la situación específica de las personas de edad debe de tomarse en cuenta en la preparación y la implementación de todas las intervenciones contempladas y hay que consultar a las asociaciones de ancianos!

Nada nuevo. Esta idea entre otras ya se mantuvo como guía para la campaña a favor de una protección social para los ancianos, realizada en el 2016 a escala mundial por WSM y OKRA. Una pensión suficiente y un acceso a atención médica asequible eran objeto de las reivindicaciones. Hoy, esas formas de protección social resultan indispensables para apoyar a nuestros ancianos y ayudarles a afrontar de la mejor manera esta crisis sanitaria. La posibilidad de poner en práctica esas recomendaciones y el papel esencial que pueden desempeñar las organizaciones sociales al respecto se demuestran por las acciones emprendidas actualmente por las organizaciones de la Red para el derecho a la protección social.

Una pensión suficiente ¡ya!

Todas las personas de edad tienen derecho a una pensión suficiente para vivir. Es su derecho, corona o no. Pero en el contexto actual, es aún más urgente que los responsables políticos hagan lo necesario para pensiones equitativas. En estos tiempos de cuarentena y de aislamiento creciente los ancianos necesitan una seguridad de ingresos para poder sustentarse.

En Bélgica, ACV-CSC, OKRA y Eneo han estado trabajando durante años por una pensión justa. Esta demanda se ha vuelto cada vez más lancinante en los últimos años, ya que, en el curso de los gobiernos, las condiciones para obtener una (pre)pensión son cada vez más restrictivas, los períodos asimilados al trabajo (como el crédito a tiempo) son cada vez más limitados y las personas que han trabajado mucho a tiempo parcial o no tienen una carrera completa (a menudo sin quererlo) se quedan atrás. También en el 2020, cuando Bélgica celebra el 75° aniversario de su seguridad social, la necesidad de una pensión justa para todas y todos sigue siendo un caballo de batalla del ACV-CSC.

En los países donde las personas mayores pueden contar con alguna forma de pensión, también está la cuestión de garantizar que realmente se pague. Help Age International señala que muchas oficinas de pago han sido cerradas. Por lo tanto, la organización aconseja a las autoridades locales que continúen haciendo los pagos, aplicando las medidas preventivas necesarias. Si las personas mayores tienen suficiente información sobre el virus y cómo pueden protegerse, aún pueden beneficiarse de los servicios disponibles para ellos.

Nuestra contraparte AREDS, que opera en el sur de la India, va aún más lejos. Van a los hogares de las personas, equipados con guantes y máscaras protectoras, para darles su prestación a mano. En pocos días, pudieron llegar a más de 70,000 personas que tenían derecho a un subsidio de emergencia. Para el pago de pensiones, la organización buscó y encontró lugares más espaciosos en lugar de las oficinas habituales, por lo que impuso una distancia mínima entre las personas y proporcionó equipos para lavarse las manos. Para la correcta identificación de los titulares de derechos, AREDS utiliza datos biométricos. Las personas que tienen dificultades para desplazarse reciben su pensión en casa.

Acceso a servicios de calidad

Por supuesto, está la cuestión del acceso a la atención médica para las personas que se enferman. Pero otros servicios son igual de importantes para las personas mayores: acceso a alimentos, medicamentos, productos de higiene y apoyo social. Porque estar sano no solo significa no estar enfermo.

En Bangladesh, apenas hay 112 camas de cuidados intensivos disponibles para las víctimas del Corona. Y esto para una población de 165 millones de habitantes. Por lo tanto, los servicios médicos ofrecidos por Gonoshasthaya Kendra (GK) a través de sus visitas domiciliarias y en sus hospitales y centros de salud son de vital importancia. Además, GK también brinda atención médica a los miles de refugiados Rohingya atrapados en campamentos en el norte del país.

Su larga experiencia en términos de asistencia médica también le ha permitido a GK desarrollar un kit de detección asequible. Ahora puede comenzar a probar poblaciones a gran escala en regiones donde este tipo de dispositivo nunca podría haber existido sin nuestra contraparte. La prueba todavía está esperando la luz verde del gobierno y la Organización Mundial de la Salud.

A través de su acción en las zonas rurales, la organización está en contacto con muchos hogares que se encuentran sin ingresos porque los niños (que trabajan en la ciudad) ya no tienen trabajo. Por lo tanto se distribuyeron paquetes de alimentos a 100,000 personas, dando prioridad a las personas mayores vulnerables.

El apoyo social también es crucial en este contexto. Se debe garantizar que las personas mayores no estén más aisladas, aconseja Help Age International. Esto se puede hacer de diferentes maneras.

OKRA, por ejemplo, ha tomado varias iniciativas al respecto. Profesionales y voluntarios regularmente llaman a sus miembros más ancianos y vulnerables para preguntarles si todo está bien y darles la oportunidad de hablar con alguien de vez en cuando. Los grupos locales intentan mantenerse en contacto con los residentes de hogares de ancianos: con pequeños gestos, como ir a la ventana para saludarles con la mano o enviarles cartas y postales. También cosen máscaras para hogares de ancianos en la región. Estar activo también es esencial para las personas mayores, especialmente cuando ya no pueden salir. Es por eso que OKRA ha realizado cortometrajes, en colaboración con Saartje Vandendriessche, para mostrarles algunos ejercicios simples para hacer en casa, bajo el lema "Muévete en casa". Han sido transmitidos diariamente por VRT desde el comienzo de las vacaciones de Pascua.

Las organizaciones CM y Familiehulp también ayudan, cada una a su manera, a asistir a las personas mayores vulnerables en estos tiempos difíciles, asumiendo ciertas tareas de atención, ayudándoles en sus tareas administrativas y muchas otras cosas.

Los movimientos sociales en todo el mundo están haciendo una diferencia cada día para nuestros adultos mayores, no solo durante esta crisis excepcional, sino también en tiempos "normales". Se merece respeto. ¡Porque juntos somos más fuertes!

 

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